LIGA ARGENTINA POR LOS DERECHOS HUMANOS
todos los derechos para todxs ~
NUESTRA HISTORIA
85 años.
Todos los derechos para todxs
Fundación de la Liga
La Liga Argentina por los Derechos Humanos es el primer organismo de derechos humanos fundado en la República Argentina. Su origen tiene una pata internacionalista ya que fue heredera de lucha del Socorro Rojo Internacional; y otra pata sindicalista ya que fue fundada en el diario "Crítica". A lo largo de la historia la Liga fue reafirmando los valores y objetivos de sus fundadores, llegando así a convertirse en una institución prestigiosa dedicada a la defensa, la promoción y la educación de nuestras sociedades en los derechos humanos y la vida digna, desde una óptica antiimperialista y popular. Luchamos por la dignidad de los seres humanos, por su derecho a ser protagonista en la construcción de una sociedad donde la libertad, el pleno desarrollo de la democracia y el pluralismo sean realidad.
En los años 30 la persecución política era feroz, e incluía por supuesto asesinatos a sangre fría y encarcelamientos arbitrarios. La tristemente famosa “Sección Especial para la Represión del Comunismo” tenía a la policía jugando un papel estelar persiguiendo, deteniendo y torturando a opositores especialmente comunistas. El mundo se sacudía, la tentación del sueño de hombres-productores libres estaba asomando y sin dudas los pueblos de la región hacían sonar sus cadenas, se organizaban sindicalmente, luchaban. Es entonces que un grupo de profesionales liderado por Alcira de la Peña y Francisco Mario Pita encaran la formación de una entidad de amplitud política donde pudieran ser abordados todos los temas de derechos humanos en un país con ansias de emancipación.
Una Liga de profesionales patriotas por la soberanía y la liberación
Desde el comienzo, la Liga fue integrada por hombres -y algunas mujeres- provenientes de distintos espacios políticos y sociales: fueron autoridades de la Liga Lisandro de la Torre, senador por el Partido Demócrata Progresista, como presidente del Consejo Consultivo, y Mario Bravo, del Partido Socialista como presidente de la Junta Ejecutiva Nacional. También hicieron parte Carlos Sánchez Viamonte y Juan Atilio Bramuglia, del Partido Socialista, Fabián Onsari y el coronel Atilio Cattáneo, de la Unión Cívica Radical, el mencionado Francisco Mario Pita y Augusto Bunge, del Partido Comunista, Rodolfo Aráoz Alfaro y Benito Marianetti, del Partido Socialista Obrero y Deodoro Roca, uno de los impulsores de la Reforma Universitaria de 1918. Fue el primer espacio de su tipo: profesionales, muchos de ellos jóvenes y con un papel destacado en la vida política del también joven país, en defensa de la legalidad constitucional y el declarado propósito de “detener el avance de la reacción”.
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan", escribió Rodolfo Walsh. La Liga vino a unir aquello que parecía inconexo: los 70, la generación del cordobazo y la de las asambleas populares, la juventud y las familias que fueron resistencia al neoliberalismo vienen de una historia igual de convulsionada, que hereda grandes experiencias de resistencia y lucha organizada, que es profundamente popular, mestiza y contemporánea.
Primeros pasos en defensa de lxs presxs políticxs
El Socorro Rojo Internacional además de ser un movimiento contra el fascismo europeo, se desarrolló localmente en la asistencia integral a las necesidades de obreros presos y perseguidos. La feroz y sistematizada razia de los gobiernos dictatoriales y oligarcas estaba extendida en los centros urbanos de aquella Argentina de comienzos del siglo pasado. Era difícil llegar con auxilio en tiempo y forma, las comunicaciones escaseaban y entonces tener un espacio organizado, profesional, comprometido, asistiendo técnica y humanamente, fue clave para resguardar la vida e integridad física de los compañeros y lograr una pronta libertad. Es así que nacen nuestras históricas visitas en las cárceles, prácticas que continuamos hasta el día de hoy. Estas visitas buscaban cortar con el aislamiento político de los perseguidos, abrir un espacio íntimo de encuentro entre el prisionero y lxs militantes solidarixs de forma que la moral revolucionaria se multiplicara. Llevar libros y revistas, acercar una vianda de comida caliente, ir hasta los siempre lejos penales y poder estar cara a cara, sostener al compañero en los días de encierro. Parece poca cosa: no para los presos políticos, no para el momento histórico de persecución, no es lo mismo para el pueblo argentino. No soltamos la mano de nadie.
En noviembre de 1968, la Liga relanza su campaña “Navidad sin presos políticos o gremiales” agregando la consigna “¡Vigencia de los Derechos Humanos!” En un documento de la época convoca: “Llamamos a la solidaridad y por la libertad de todos los que en estos momentos sufren cárcel y persecuciones por su actividad política o sindical, o por ejercer inalienables derechos o reclamar las libertades conculcadas. Que esta solidaridad se exprese en forma efectiva mediante la creación de millares de comisiones de solidaridad en las fábricas, sindicatos, barrios y ciudades, en todo el país y que asimismo sirva para reclamar: un trato digno para los presos, tratados como delincuentes comunes; el cese de las razzias en las villas de emergencia, que unen una humillación más a la humillación de tener que vivir en esas condiciones”.
La última dictadura militar
Con el agotamiento del corto gobierno camporista y el evidente giro hacia la derecha de la realidad nacional tras la masacre de Ezeiza en junio del 73, una nueva sesión del Consejo Nacional de la Liga señala que se ha modificado el escenario político latinoamericano, con el desarrollo de regímenes dictatoriales militares con elementos fascistas y negadores de las libertades públicas en toda la región continental -los casos de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile- y propone la unidad de los sectores populares “en una posición constructiva, sin estrecheces sectarias para luchar por las libertades conquistadas, recuperar las parcialmente perdidas, exigiendo la derogación del resto de la legislación represiva y en definitiva expulsar al imperialismo y anular la oligarquía terrateniente, a fin de que nuestro pueblo en un marco de libertades democráticas, disfrute de los bienes materiales con el derecho que le da el producirlos”.
La escalada represiva y el avance de los grupos terroristas amparados por el Estado, motivó una convocatoria más amplia para la organización, denuncia y acción jurídica en reparo de derechos humanos, fortaleciendo los reclamos populares en pos de la vigencia de las garantías constitucionales y libertades políticas y sindicales. Así, la Liga junto a partidos políticos y organizaciones sociales y religiosas da nacimiento en diciembre de 1975 a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. La necesidad de una lucha consciente y organizada contra la reacción y el imperialismo así como el incipiente terrorismo de Estado permitía al movimiento manifestarse y actuar de distintas maneras que iban desde la denuncia institucional y política a la movilización popular.
En febrero de 1976 grupos de madres y familiares de las víctimas de la represión comienzan a reunirse en la sede de la Liga, buscando formas de actuar. Las denuncias de militantes secuestrados, sin noticias de los paraderos de éstos, se sucedían día a día. “Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas” fue por ejemplo uno de los organismos que se conformaron a instancias de la Liga y utilizando sus instalaciones como lugar de reunión. En ese marco, la Liga junto con otros organismos como Madres de Plaza de Mayo, la APDH, el Centro de Estudios Legales y Sociales, el Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos, el Servicio de Paz y Justicia y Familiares construyó el principal frente de oposición y resistencia al régimen dictatorial que entre otras actividades incluyó la preparación del folleto ¿Dónde están? 5.581 desaparecidos, las denuncias a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos en septiembre de 1979, las diversas presentaciones de petitorios al gobierno de facto en pos de la derogación del Estado de Sitio, la regularización de la situación procesal de los presos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, el esclarecimiento de los secuestros y detenciones ilegales, la solución del problema de los detenidos desaparecidos y sus hijos nacidos en cautiverio y la presentación de miles de acciones de Hábeas Corpus ante el Poder Judicial en forma colectiva.
El día 5 de octubre de 1982 se produce la primera gran movilización popular convocada por distintos organismos de derechos humanos, entre ellos la Liga, el MEDH, Familiares, Madres de Plaza de Mayo y el CELS para marchar a Plaza de Mayo en reclamo por la aparición con vida de los desaparecidos bajo el título “Marcha por la Vida”. El propósito era llegar hasta la mítica plaza céntrica pero el accionar represivo de las fuerzas policiales hizo imposible su cumplimiento. Participaron de la congregación popular más de quince mil personas. La “Marcha por la Vida” significó además la aparición de una nueva consigna común a los organismos: “Juicio y castigo a todos los culpables”.
De igual modo, todos estos organismos concurrieron mediante un documento común a la iniciación del “Juicio a las juntas” luego de restituido el gobierno de signo constitucional.
Nuestrxs compañerxs presxs políticxs y desaparecidxs
A lo largo de sus ochenta y cuatro años, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre tuvo un gran número de dirigentes presos y de otros desaparecidos; hubo ametrallamientos, incendios, allanamientos y secuestro de documentación. Y sin embargo, a contrapelo de todas las peripecias, la Liga persiste en las luchas y prolonga la tradición. “Yo no digo que hoy tengamos las dotes que tuvieron Lisandro de la Torre, Mario Bravo, Carlos Sánchez Viamonte, el mismo Tosco, que ha sido dirigente de la Liga. Ellos tuvieron un calado más grande. En lo esencial, pretendemos parecernos" dijo el chango Carlos Zamorano en una entrevista años atrás. Se trata de ello, de intentar estar a su altura hoy que las circunstancias reclaman más altruísmo, más solidaridad.
Nuestro trabajo en la actualidad tiene muchas aristas, entre las que podemos destacar nuestra querella en numerosos juicios a genocidas civiles, empresariales y militares del último Golpe militar; violencia institucional; el derecho a la vivienda digna; la causa de lxs presxs políticxs; violencia de géneros; la solidaridad con los pueblos saharahui, palestino, cubano.
En las ocho décadas que lleva de vida -la mayor parte de ella bajo dictaduras, represión y estado de sitio- no dejó ni por un momento de levantar su bandera de libertad y justicia.
“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.”
QUIÉNES SOMOS
...algunos de nuestrxs compañerxs
Iris Pereyra
Presidenta
Pedro Dinani
Tesorero
Lilian García
Equipo jurídico - LADH PBA Zona Sur
Emiliano Ramos
LADH Rosario
Gerardo Etcheverry
Secretario Nacional
Malena Silveyra
Organismos DDHH
Fernando Rule
LADH Mendoza
Pucho Martínez
LADH Córdoba
Nora Podestá
Prosecretaria - Solidaridad entre los pueblos
Andrea Reile
Solidaridad entre los pueblos - LADH Alto Valle
Sonia Lopez
LADH Corrientes
Reinaldo " Chino" Benitez
LADH Comarca Andina
Rosa Herrera
Equipo de
Vivienda Digna
Bertha Lozano
Solidaridad entre los pueblos - LADH Salta
Guadalupe Godoy
LADH La Plata
Graciela Paccot
LADH Santa Fe
+541122501930
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