Perú ha sido el centro del colonialismo: cuando se creó la república peruana hace 200 años se hizo con los descendientes de los españoles, los ‘mistis’ y los criollos, y los pueblos indígenas y afro estuvimos ausentes. Entonces lo que vino fue una dominación de una clase media alta privilegiada. Hay una desigualdad grande, que se ha agudizado, los derechos se convirtieron en negocios, como la educación, la salud, y la participación política” (Melania Canale, dirigente social de Ayacucho)
Así queda demostrado en este nuevo “golpe blando” en Latinoamérica que sigue postergando los atisbos de liberación de nuestra región y como si fuera poco, baña de sangre las calles de Perú.
Más de 70 muertos y cientos de heridos, otra democracia que cae, un presidente electo por las mayorías preso y un nuevo festival privatista entreguista, cuyas concesiones fujimoristas casualmente terminan este año.
Así que la respuesta a la pregunta ¿Qué hay detrás del golpe en Perú? es la misma para todos los países de América Central y del Sur: la entrega de los recursos a los intereses tardocoloniales del imperio asesino que, sin lugar a dudas, metió sus garras otra vez.
Por ello alzamos nuestra voz a favor del pueblo postergado, aborigen, afro, “terruco”, valiente, luchador que, aunque lo derroten tantas veces, ha demostrado que tiene fuerza para recuperar su libertad.
Nos sumamos a las exigencias de los hermanos peruanos por elecciones libres y una nueva constitución que permita gobernar un país soberano.
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